¿Qué gigantes? dijo Sancho Panza. Aquellos que allí ves, respondió su amo, de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas. Mire vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que volteadas del viento hacen andar la piedra del molino. Bien parece, respondió Don Quijote, que no estás cursado en esto de las aventuras; ellos son gigantes, y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.

El ingenioso hidalgo don Quixote de la Mancha. Capítulo VIII

1 jun 2012

La apuesta de Pascal y sus fallos

A pesar del énfasis que ha puesto a lo largo de la Historia las diferentes sectas cristianas en la fe, o sea, en la creencia en sus dogmas sin análisis crítico alguno, ha habido muchos intentos de demostrar mediante la lógica o mediante métodos "científicos" la existencia de Dios. Uno de los intentos más interesantes es la llamada Apuesta de Pascal, ideada por el matemático francés Blaise Pascal.
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